Aparte de los enemigos de siempre del gobierno (CFK, kirchneristas, sindicatos, gremios, jubilados, laburanes, pobres) hace poco se granjearon uno nuevo, los industriales, gracias a las artes escénicas del Ministro de la Producción Francisco Cabrera (aunque debería llamarse mejor ministro de la importación) que dijo por radio que los industriales se dejen de llorar y empiecen a invertir.
Cuentan los cronistas de la Casa Rosada, que el líder, en la reunión del martes de gabinete, fue al único que que felicitó, a pesar del malhumor y nerviosismo reinante en el ambiente.
Está claro que las prioridades de las más altas esferas no se condicen con la realidad de los millones de argentinos que lo votaron y de los millones que no lo votaron tampoco.
https://youtu.be/5cUtijIrbmo
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