Nelson Castro es una de las espadas operadoras del Grupo Clarín, direccionado a hostigar a cualquier persona que tenga olor a kirchnerista, si bien no ceja en su enardecido ataque en nombre de repudiar la corrupción, que según su enfoque radica toda junta dentro del espacio Kirchnerista, termina por agachar la cerviz.
Luego de conocerse que en el cenit del mamarracho de los cuadernos, la ex presidenta subió 7 Puntos en su imágen, mientras que el presidente Macri ha caído por debajo del 30%, novel que los especialistas denominan “umbral de gobernabilidad” el dr. a control remoto, debió reconocer que la realidad se impone.
Y esa realidad no es otra, que la cruda realidad, en la que mientras los votantes de la banda del Panameño, la remaban con el “ze dobadon todo” mientras tenían la panza llena gracias al pesado colchón heredado del Kirchnerismo. Pero cuando ese colchón de bienestar se agotó y las panzas empiezan a rugir disconformidad, los genios del voto parecen comenzar a conectarse con su entorno y mudan su simpatía a terrenos conocidos mas confortables.
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