Indignada, la gente empezó a subir a las redes sociales esa imágen de Maxi, con lágrimas en los ojos y esposado escuchando al policía que se ocupaba de sacarle el esfuerzo y las esperanzas de llevarse el mango a la casa. Así, muy a su pesar, se transformó en un símbolo de lñucha, de los que no se doblegan, de los que luchan, totalmente al régimen gobernante, que dice una cosa y hace otra. Por un lado halagaban el “emprendedurismo” de poner un chiringuito en la puerta de la casa para poner una parrilla, o alquilar el quincho y la pileta mientras estás de vacaciones. Pero, donde te ven con un canasto vendiendo lo que te estuviste elaborando desde la madrugada te lo decomisan y te labran un acta.
En el programa de hoy, Jorge Rial se hizo eco de la historia que conmovió a gran parte de la opinión pública y arrancó su Intrusos de hoy con un sanguche de salame en la mano. Desde la producción llamaron a Maxi y lo llevaron al piso, donde repartieron su producto y lo comieron en vivo, todos los presentes.
Yo creo que el régimen no se está dando cuenta de que la gente ya no está dispuesta a tolerar atropellos injustos ni a convertirse en víctimas mansas.
https://youtu.be/YLFt_UhaSZw
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