El secretario general de la UOM Antonio Caló declaró que va a convocar a una movilización para defender los puestos de trabajo del sector.
Aseguró que en lo que va de esta gestión, 3.000 trabajadores fueron despedidos y 4.000 están suspendidos, y por consiguiente sin cobrar haberes cifras que aumentan día a día, ya que no se ve ningún tipo de gestión del actual gobierno para revertirlas.
Afirmó que el motivo de los despidos y suspensiones en la industria metalúrgica se producen principalmente debido a las medidas económicas del Gobierno nacional, que dio piedra libre a la importación de productos extranjeros” y calificó a la situación que atraviesa el sector como “muy brava, muy complicada”.
“Si esto sigue y no se producen cambios en la importación de artículos extranjeros que afectan la producción nacional, a corto plazo, serán más de 10 mil los trabajadores metalúrgicos que pueden quedar en la calle”, sostuvo tras una reunión del Consejo Directivo de la UOM.
Contó que la situación que están viviendo, según contaban los compañeros delegados de las diferentes provincias, es muy similar a la que vivieron en la década del ’90, en la cual el gremio llegó a perder alrededor de 200.000 laburantes.