En un sombrío escenario, el gobierno de Milei enfrenta múltiples desafíos que amenazan la estabilidad financiera y política de Argentina. La restricción de divisas ha generado tensiones, exacerbadas por la nula confianza de los inversores en los papeles emitidos por el Estado en el mercado de capitales. Además, la negativa de organismos multilaterales a otorgar créditos ha dejado al gobierno en una posición comprometida.
Por: Daniel Arce – La decisión de abandonar la entrada de Argentina a los BRICS ha tenido consecuencias significativas, ya que se dio la espalda a los dos mayores socios comerciales, eliminando el apoyo político y financiero que China proporcionaba a través de swaps y el respaldo de Brasil. Este cambio geopolítico ha afectado directamente la capacidad del gobierno para obtener los dólares necesarios para cumplir con los compromisos financieros, especialmente con el FMI.
Ahora, se suma un nuevo desafío con las exportadoras de cereales, que inicialmente mostraron entusiasmo durante la devaluación del 120%. Sin embargo, la disminución en las liquidaciones, agravada por la ley Omnibus que prevé el aumento de retenciones, ha llevado a las empresas a reconsiderar su posición. En un escenario de libertad económica, las cerealeras argumentan que retener la liquidación de dólares es su derecho, evitando canjear un valioso commoditie por una moneda en constante devaluación.
Ante este panorama, surge la pregunta: ¿Cómo reaccionará un gobierno acorralado por la restricción de divisas y la inestabilidad legislativa de proyectos, algunos ya vigentes por DNU y otros esperando aprobación en el Congreso, incluidos en la “ley Omnibus”?
La previsión apunta a la inevitabilidad de perdedores en todos los ámbitos, comenzando por el pueblo argentino, que enfrenta las consecuencias de las decisiones gubernamentales. La confianza, tanto interna como externa, en el proyecto político del gobierno se ha erosionado rápidamente en apenas un mes de mandato y la embarcación del presidente Milei navega a toda máquina hacia una oscura tormenta en la que ya han naufragado diversos proyectos de gobierno en la Argentina.