En un comunicado desde la Casa Blanca, Biden hizo un llamado al Congreso para acelerar la asistencia militar a Ucrania. Destacó que sin esta acción inmediata, la provisión de armamento y sistemas de defensa aérea a Ucrania se verá obstaculizada, afectando la protección del pueblo ucraniano.
El presidente estadounidense reveló la asignación de u$s250 millones en ayuda militar para Ucrania como el último paquete disponible sin la aprobación del Congreso. Sin embargo, los republicanos presionan a Biden para modificar la política migratoria a cambio de aprobar más asistencia a Ucrania.
Biden enfatizó que la situación no solo afecta a Ucrania, sino que también involucra el futuro de la alianza estratégica OTAN y la seguridad de Europa y Estados Unidos. Adicionalmente, alertó sobre el peligro de permitir a dictadores y autócratas socavar la estabilidad europea.
El reciente bombardeo ruso en Ucrania, con 158 misiles y drones, marcó el “mayor ataque aéreo desde el inicio de esta guerra”, subrayó Biden. También resaltó el empleo de misiles con capacidad hipersónica, señalando que esto refleja la intención de Putin de destruir y subyugar a Ucrania.
Volodímir Zelenski, presidente de Ucrania, detalló los daños a infraestructuras clave como hospitales, centros comerciales y educativos, entre otros, ocasionados por los ataques rusos. La Fuerza Aérea ucraniana reportó la interceptación de 114 misiles y drones, evidenciando la magnitud del ataque.
La coordinadora humanitaria de la ONU para Ucrania, Denise Brown, condenó los ataques rusos y describió la situación como una “horrible realidad”, denunciando una “oleada de ataques llenos de odio”.
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