Por Julio Echeverría – Claro está, ambas promesas No se cumplieron. Si hacemos un análisis sobre el primer mes de gobierno, nos vamos a ir dando cuenta de lo lejos que está el plan llevado a cabo hasta aquí con las promesas sobre el bidet, diría (Charly García). Para darse cuenta de todo esto solo debemos analizar algunas medidas y acuerdos de hace uno pocos días.
El 10 de Enero se sello un acuerdo con el #FMI donde este se comprometió a desembolsar 4.700 millones de dólares para apuntalar las reservas de un BCRA que unos días antes le transfirió al tesoro unos 3.000 millones para efectuar el pago de un vencimiento con este mismo organismo internacional.
Este nuevo desembolso significo que el gobierno deba endurecer las metas fiscales para el año 2024, comprometiéndose a lograr un superávit fiscal del 2 % para el corriente año, además de implementar una política de ajuste aun mayor. En los últimos días también pudimos observar que los exportadores de granos no están con muchas ganas de liquidar divisas a la brevedad, lo que hace que el equipo económico este desesperado por conseguir la preciada divisa.
Llama la atención que la necesidad abrumadora por conseguir reservas haya llevado a echar mano a un endeudamiento no necesario de la empresa YPF. ¿No resulta extraño que una empresa con flujo de caja positiva, con ganancias liquidas, tome deuda para gastos operativos corrientes?
Es raro…YPF consiguió 800 millones de dólares en el mercado financiero internacional a una tasa del 9,5% con vencimiento en 2031 “Se trata de una de las mayores emisiones de deuda de la compañía y representa la reapertura de los mercados internacionales para emisores corporativos argentinos”, indicó YPF en su comunicado.
Lo más extraño es que se utilizara parte de este endeudamiento para recomprar bonos de deuda que tiene la compañía a una tasa del 8,75% que vence a fin de año. Nos toman por ilusos? La respuesta es sí. Toman deuda desesperados casi a tasa de dos dígitos por la urgente necesidad de ingreso de divisas y como fin complementario, endeudar a una empresa saneada para su vaciamiento y privatización.
A pesar de estas medidas desesperadas llevadas a cabo por el equipo liderado por Caputo, el mercado ya descuenta una nueva devaluación del peso argentino que estaría llegando entre marzo y abril. Esta fecha coincide con la liquidación de la cosecha gruesa, la pregunta es cuando se va a efectuar este ajuste¿ antes o después?
En los mercados de futuros ya se observa esta posibilidad y los precios pactados a esas fechas tienen incrementos en sus valores, además la reciente suba de los dólares financieros y el Blue generan nuevamente una brecha importante con el tipo de cambio oficial. La pregunta del millón es: llega el momento donde quieran unificar el valor de la divisa en solo uno? o el programa económico les estalla en la cara? Seguramente el ministro de economía se ira de su cargo aduciendo cuestiones de estrés o personales, para ellos acá no ha pasado nada.
Los invito a prestar mucha atención al FGS (fondo de garantía de sustentabilidad de ANSES) y a l intento de privatización del Banco de la Nación Argentina. El gobierno está de remate¡¡¡
Por Julio Echeverría
Lic. En Comercio Internacional