El bloque de Miguel Ángel Pichetto ha decidido retirarse de las negociaciones tras el escándalo del dictamen que involucra a Federico Sturzenegger. La controversia ha generado alarma en la bancada de Pichetto y Monzó, llevando al líder a afirmar: “Hay que despegarse de esta gente, están haciendo cualquier cosa, son peligrosos y nos arrastran en su desorden total”.
El hartazgo de Pichetto surgió después de que se revelara su participación en una reunión convocada por el gobierno para reescribir el dictamen votado. La jugada ilegal y torpe llevó al bloque a tomar la decisión de retirarse de las negociaciones, considerando la actuación peligrosa de aquellos involucrados.
Pichetto negó a través de Twitter su asistencia al encuentro y cualquier reunión con Sturzenegger. La situación delicada ha llevado a los legisladores a expresar su preocupación ante posibles denuncias penales. La incertidumbre reina sobre la integridad del dictamen que se someterá a votación en la próxima sesión.
Ante la situación crítica, la Coalición Cívica ha decidido refugiarse en el dictamen que firmaron por separado, asegurando tener su propia hoja de ruta. La incertidumbre crece sobre el destino de la Ley Ómnibus y la posibilidad de que se vote como una cáscara vacía.
Postura del Macrismo y Oficialismo:
El macrismo emitió un comunicado aclarando su postura a favor de la ley, pero para muchos, es una cuidada toma de distancia del gobierno. La frase “Vamos a acompañar de manera responsable esta votación para que el gobierno cuente con las mejores herramientas normativas” resalta la preocupación por el quórum necesario para la votación.
El fantasma de un traspié en la votación de la Ley Ómnibus cobra volumen en la Cámara Baja. Tanto la oposición como el oficialismo enfrentan desafíos y la posibilidad de un resultado adverso en la sesión. La desesperación se contagia entre los legisladores, mientras la incertidumbre sobre el tratamiento en recinto aumenta.
Ante la incertidumbre, Martín Menem busca obtener información sobre posibles modificaciones en recinto y sondear cómo votarían los legisladores radicales que no han firmado ningún dictamen. La situación se vuelve más compleja, con el riesgo de que el gobierno quede sin ley o la Ley Ómnibus sea votada de manera limitada.
El escándalo del dictamen y la retirada del bloque de Pichetto agregan un giro imprevisto a la narrativa legislativa, dejando en suspenso el destino de una de las iniciativas clave del gobierno. La sesión próxima promete ser un escenario de tensiones y decisiones cruciales para el futuro de la Ley Ómnibus.