En medio de un escenario de desplome de las ventas y caída de la actividad económica en Argentina, los precios continúan su ascenso, desafiando las expectativas generadas por la política de libre mercado impulsada por Javier Milei. La liberación de precios, presentada como una solución para la recesión, no solo no ha logrado estabilizar la economía, sino que ha generado resultados opuestos a lo esperado.
Un indicador impactante revela que la llamada “venta de frontera”, que atraía a extranjeros a comprar productos en la zona limítrofe con Paraguay, Bolivia, Brasil y Uruguay, ha disminuido en un 30% desde que Milei asumió la presidencia. Esto refleja una paradoja, ya que la ilusión de un mercado libre no ha resultado en una disminución de precios ni en un aumento de la demanda interna.
Empresas proveedoras envían listas de aumentos semanales, vendiendo productos hasta un 40% más caros que en el extranjero. Este fenómeno afecta especialmente a las empresas multinacionales, que continúan remarcando precios mientras las nacionales han moderado sus aumentos. La falta de límites gubernamentales a las subas sorprende a CEOs que esperaban alguna intervención para frenar el alza desmedida.
La industria no alimenticia, de bienes duraderos y fabriles, anticipa una caída de ventas del 60% este mes. Sectores como la construcción, que dependen de insumos industriales, sufren desplomes y despidos mensuales. El consumo básico de alimentos, bebidas y bienes esenciales también muestra caídas significativas, con un promedio del 15% en las ventas de supermercados a nivel nacional.
En este escenario, empresas multinacionales como Coca Cola, Nestlé y Unilever envían listas mensuales con aumentos del 10 al 20%. A su vez, la falta de dólares dificulta la posibilidad de abrir importaciones para contrarrestar precios inflados.
La visión de Milei, que buscaba que el desplome de las ventas llevara a los productores a “invertir en precios”, no se ha materializado. Las empresas, especialmente las grandes, han optado por mantener su rentabilidad sin recurrir a descuentos significativos.
En un contraste entre la teoría del libre mercado y la realidad económica, que es sólo eso, una utopía, la situación soñada por Milei no se ha materializado, muy por el contrario, generó incertidumbre y preocupación en diversos sectores. Y los perdedores otra vez somos todos los argentinos.