El sumo pontífice recibe a fieles argentinos que asistirán a la ceremonia de canonización de Mama Antula, la primera santa del país.
Con una sonrisa cálida, Francisco comparte con nosotros su admiración por la increíble labor caritativa de Mama Antula. Nos recuerda la importancia de seguir su ejemplo, especialmente en estos tiempos difíciles donde el individualismo parece ganar terreno.
El Papa nos anima a ser como Mama Antula, a ser esos rayos de amor y ternura en un mundo que tanto lo necesita. Nos recuerda que, al igual que ella, debemos confiar plenamente en Dios y abandonarnos a Su voluntad.
Francisco nos llena de esperanza al recordarnos que, aunque el camino pueda ser difícil, no debemos rendirnos. Nos insta a perseverar en la difusión del Evangelio y a enfrentar los desafíos con valentía y fe.
¡La emoción se siente en el aire mientras nos preparamos para la gran ceremonia del domingo! Mama Antula, con su bondad y devoción, será oficialmente reconocida como santa ante los ojos del mundo.
Recordamos con cariño a Mama Antula, nacida en 1730, y su extraordinario legado de servicio y amor. Desde su fundación de la Santa Casa de Ejercicios Espirituales en Buenos Aires, hasta su beatificación en 2016, su huella perdura en nuestros corazones.
El domingo, se convertirá en Santa luego de que el papa Francisco aprobara un milagro atribuido a su “intercesión” en la sanación de Perusini, quien se recuperó de un “ictus isquémico con infarto hemorrágico en varias zonas, coma profundo, sepsis, shock séptico resistente, con fallo multiorgánico” gracias a la intercesión de la laica consagrada.
