Las universidades públicas de Argentina se encuentran en estado de alerta ante la decisión del gobierno de prorrogar el presupuesto 2023. Advierten que si no se actualiza el monto, sufrirán un fuerte ajuste que afectará su funcionamiento de cara al nuevo ciclo lectivo.
El economista y vicerrector de la Universidad Nacional General Sarmiento (UNGS), Germán Pinazo, denunció un “gran desprecio por la educación pública” por parte del gobierno. Afirmó que si no se destinan más fondos, las universidades no podrán afrontar los gastos de funcionamiento e incluso se verán obligadas a recortar su oferta académica.
Los principales problemas que se enfrentarían con el presupuesto congelado son:
- Reducción de los salarios: Ajustarse al presupuesto actual implicaría una reducción nominal de los salarios, ya que no alcanzaría para cubrir la inflación.
- Limitación de las actividades: Se verían afectadas las actividades culturales, deportivas, de mantenimiento y de investigación.
- Aumento de la tarifa eléctrica: Se estima que representaría casi el 50% de los gastos de funcionamiento, imposibilitando el normal funcionamiento de las universidades.
Pinazo criticó la falta de respuesta del gobierno a las demandas del sector universitario:
El Consejo Interuniversitario Nacional presentó un presupuesto necesario para el funcionamiento del sistema, pero no ha recibido respuesta. Faltan pocos días para el inicio de las clases y las universidades no tienen certezas sobre su futuro.
La situación actual pone en riesgo el acceso a la educación pública de miles de estudiantes en Argentina. Se necesitan medidas urgentes para evitar el cierre de universidades y garantizar el derecho a la educación.
Es vital que la sociedad se movilice en defensa de la educación pública. El futuro de miles de estudiantes y del país está en juego.
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