El “Efecto Gaturro” se materializó cuando los radicales y lilitos, ofendidos por un “chiste” compartido por Javier Milei, jugaron un papel clave en el fracaso de la ley ómnibus.
El presidente Milei compartió una viñeta de Nik que se burlaba de los diputados, lo que provocó la reacción adversa de varios sectores políticos. En la viñeta, un personaje similar a un vocero presidencial se mofaba del supuesto trabajo de los legisladores durante enero.
La respuesta no se hizo esperar. El radical Julio Cobos amenazó con no votar a favor del capítulo de privatizaciones, mientras que el lilito Juan Manuel López criticó la actitud de Milei por utilizar caricaturas como estrategia política. Ambos votaron en contra del inciso relativo a las privatizaciones, sumándose a otros radicales que también cambiaron su voto, lo que dejó al oficialismo sin los votos necesarios para aprobar la ley.
Incluso entre los aliados, hubo desconcierto por la acción de Milei, quien se burló del trabajo de diputados que previamente habían apoyado la ley. La oficina del Presidente de la República Argentina felicitó a algunos diputados por su apoyo a la ley, lo que generó aún más controversia.
Tras el fracaso de la ley, Milei recibió críticas y su apoyo se debilitó. Los me gusta que otorgó a comentarios que criticaban a Pichetto y los radicales complicaron aún más las negociaciones. A pesar de que algunos diputados de Santa Fe votaron a favor de las privatizaciones, el jefe de bloque de La Libertad Avanza admitió la dificultad creada por la postura de Milei.