En los pasillos del poder argentino, las intrigas y los movimientos estratégicos son moneda corriente. Esta vez, una reunión secreta entre dos figuras clave, Javier Milei y Mauricio Macri, ha desatado especulaciones y titulares. A pesar del hermetismo que rodea al encuentro, se han filtrado detalles.
Según fuentes confiables, el encuentro entre Milei y Macri se llevó a cabo en los últimos días, bajo estricto secreto y sin testigos. Ambos líderes se comprometieron a mantener la confidencialidad sobre los temas tratados. Sin embargo, pudimos confirmar la veracidad del encuentro, revelando que se discutieron asuntos de gran relevancia política.
En este encuentro, Mauricio Macri expresó sus preocupaciones sobre la gestión gubernamental actual, planteando serios interrogantes sobre su rumbo. Por su parte, Milei compartió una visión optimista sobre la evolución económica del país, llegando incluso a pronosticar que “en la primavera será otro país”.
No obstante, Milei no ocultó su descontento hacia lo que denominó “el nido de ratas” de la política, refiriéndose a la corrupción y la falta de compromiso con el cambio. En este sentido, prometió enfrentar a los “traidores” y torcerles el brazo, aunque Macri le aconsejó prudencia en sus declaraciones públicas.
El diálogo entre ambos líderes también giró en torno a la posibilidad de un nuevo movimiento político que podría surgir de una alianza entre el PRO y La Libertad Avanza, aunque por el momento se descarta un co-gobierno. Macri fue enfático en señalar que esta cooperación no implicará la cesión de ministerios, mientras que Milei insistió en mantener su independencia política.
Por otro lado, la crisis en Chubut y las tensiones en el ámbito energético también fueron temas de discusión. Macri buscó una solución que no prosperó, mientras que Patricia Bullrich, ministra de Seguridad, desafía abiertamente el poder de Macri, generando conflictos internos en el PRO.
La reunión entre Milei y Macri ha dejado entrever una posible alianza política que podría reconfigurar el panorama político argentino. Sin embargo, las incógnitas persisten y el futuro de esta colaboración aún está por definirse. Lo único seguro es que los movimientos en los pasillos del poder continúan, y la tensión política está lejos de disiparse.
