El mundo de la moda se ha visto sacudido por la noticia del fallecimiento de Iris Apfel, ícono indiscutible y figura legendaria que desafió las normas con su estilo único e irreverente. A los 102 años, Apfel dejó un legado imborrable, inspirando a millones de personas con su pasión por la moda y su actitud vibrante ante la vida.
Su trayectoria estuvo marcada por una constante búsqueda de la originalidad. Experta en textiles y telas antiguas, junto a su marido Carl, se especializó en trabajos de restauración que la llevaron a trabajar en la mismísima Casa Blanca para seis presidentes distintos. Sin embargo, su fama no se limitaba a los círculos de élite. Su estilo personal, caracterizado por la mezcla audaz de alta costura y bisutería de gran tamaño, la convirtió en una figura popular en las redes sociales, donde acumuló millones de seguidores.
Fiel a su espíritu indomable, Apfel nunca se retiró. Incluso en sus últimos años, continuó inspirando a través de su presencia en desfiles de moda, entrevistas y colaboraciones con marcas. Su lema, “Tener estilo y estar a la moda son dos cosas completamente distintas”, resume a la perfección su filosofía personal: la moda no se trata de seguir tendencias, sino de expresar la propia individualidad con audacia y seguridad.
Su partida deja un vacío irremplazable en el mundo de la moda. Sin embargo, su legado y su estilo único e irreverente seguirán resonando en las nuevas generaciones. Iris Apfel ha demostrado que la edad no es un límite para la creatividad, la pasión y la búsqueda de la belleza en todas sus formas.