Cada 8M (marzo) celebramos el Día Internacional de la Mujer, una fecha que conmemora la lucha histórica de las mujeres por la igualdad de derechos y oportunidades. Una lucha que ha sido larga, ardua y llena de obstáculos, pero que ha logrado avances significativos en pro de la construcción de una sociedad más justa e igualitaria.
La pregunta “¿por qué no hay un Día del Hombre?” suele surgir como una crítica a la celebración del 8M. Sin embargo, esta pregunta ignora la realidad histórica y social que ha dado lugar a este día.
El Día de la Mujer no es una celebración de la superioridad femenina, sino un espacio para visibilizar las desigualdades que aún persisten y para recordar el camino que aún falta por recorrer.
A lo largo de la historia, las mujeres han sido relegadas a un segundo plano, privadas de derechos básicos como la educación, el voto, la participación política y la igualdad salarial.
El movimiento feminista ha sido fundamental para desafiar estas desigualdades y luchar por la construcción de una sociedad donde las mujeres tengan las mismas oportunidades que los hombres.
La lucha por la igualdad no ha sido fácil. Las mujeres que se atrevieron a desafiar el status quo fueron perseguidas, encarceladas e incluso asesinadas.
Sin embargo, su valentía y determinación han inspirado a generaciones de mujeres a seguir luchando por sus derechos.
Gracias a la lucha feminista, las mujeres hemos logrado importantes avances en materia de educación, salud, participación política y laboral.
Sin embargo, aún queda mucho por hacer. Las mujeres siguen siendo víctimas de violencia, discriminación y desigualdad salarial.
El 8M es un día para celebrar los logros alcanzados, pero también para recordar que la lucha por la igualdad aún no termina.
Es un día para seguir alzando la voz y exigiendo el fin de la violencia machista, la discriminación y la desigualdad.
El Día de la Mujer no es solo un día para las mujeres, es un día para todas las personas que creen en la igualdad y la justicia.
Es un día para reflexionar sobre la importancia de construir una sociedad donde todas las personas, independientemente de su género, tengan las mismas oportunidades para desarrollarse y alcanzar su máximo potencial.
Juntos, hombres y mujeres, podemos construir un futuro más justo e igualitario para todos. Un futuro donde las mujeres no tengan que luchar por sus derechos, sino que puedan disfrutar de ellos de forma natural y plena.
En este 8M, sigamos luchando por la igualdad. ¡Hagamos del mundo un lugar mejor para todas las personas!