La vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca ha traído consigo varios efectos en el terreno diplomático y social. Uno de los sectores donde se nota más el cambio es el turismo, que sigue siendo un pilar clave para la economía de Estados Unidos (esto quiere decir que representa una parte importante de lo que mueve la economía del país). Las políticas y la imagen de la nueva administración influyen notablemente en las decisiones de viaje, especialmente entre los turistas que vienen de Europa.
Turismo europeo en baja
En marzo de 2025, la cifra de turistas europeos que pasaron al menos una noche en Estados Unidos bajó un 17 % en comparación con marzo del año anterior. Además, el descenso global de visitantes extranjeros fue del 12 % en el mismo período. Dado que el turismo genera aproximadamente el 2,5 % del PIB estadounidense, esta tendencia podría traer efectos económicos importantes.
El sector hotelero lo está sintiendo bastante. Por ejemplo, el grupo francés Accor informó una baja del 25 % en las reservas de verano provenientes de Europa. De igual forma, la empresa Voyageurs du Monde notó una reducción del 20 % en las reservas desde la investidura de Trump. En España, varias agencias de viajes han percibido un cambio en las preferencias, ya que cada vez se interesa más por destinos alternativos como Canadá, Egipto y distintas regiones de América Latina (lo que muestra cómo se diversifican las opciones ante un panorama menos atractivo en Estados Unidos).
Por qué se está boicoteando
Muchas personas en Europa ven las políticas de Trump como poco acogedoras e incluso hostiles. Este sentimiento se intensifica en medio de las tensiones geopolíticas entre Washington y Bruselas. También hay inquietud sobre el trato a los extranjeros bajo esta administración, lo que lleva a algunos a ver a Estados Unidos como un destino impredecible y menos hospitalario. Según el director de Accor, “hay una ansiedad ante la idea de entrar en un territorio que se ha vuelto impredecible” (esto refleja la inquietud general entre quienes podrían visitar el país).
Lo que se espera y sus efectos económicos
Las previsiones para la industria turística en Estados Unidos se han ajustado a la baja ante esta situación. Inicialmente, Tourism Economics preveía una disminución del 5 % para 2025; ahora, la cifra se eleva a una caída del 9,4 %. Aunque este boicot europeo se manifieste de forma silenciosa, podría tener consecuencias importantes en una industria que es clave para el país.
La situación actual presenta importantes retos para Estados Unidos y su capacidad para atraer turistas internacionales. Se tienen que replantear ciertas percepciones negativas si se quiere revertir esta tendencia y reactivar uno de los motores económicos del país.
Mientras Estados Unidos navega en estas aguas inciertas bajo el liderazgo renovado de Trump, queda claro que las relaciones internacionales y las políticas internas tienen un papel fundamental en cómo se ve el país como destino turístico. Los próximos meses serán decisivos para ver cómo evoluciona la situación y qué medidas se toman para mitigar los efectos adversos.