“Deskirchnerizar” es la consigna. A como de lugar. Como si nosotros, los simples ciudadanos que sí vivimos la “Década Ganada” necesitáramos ver sus nombres en edificios para recordar como cambiaron la vida de tantos argentinos.
El titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos Hernán Lombardi declaró públicamente en el día de ayer que el gobierno de Mauricio Macri tiene delineado un proyecto mediante el cual los espacios públicos sólo podrán llevar el nombre de políticos fallecidos luego de 20 años de producido su deceso.
“Tenemos que esperar por lo menos 20 años para llevar a cabo un homenaje, esa es la idea. No se trata de ir por un nombre propio, sino de mejorar las prácticas republicanas. Queremos salir del populismo”, declaró el funcionario a la Radio Millenium.
De esta forma, el burócrata desmintió a su Jefe político, Mauricio Macri, quien hace pocos días nomás había declarado que no cambiaría el nombre del CCK y dijo que uno de los objetivos principales de la iniciativa es renombrar al Centro Cultural Kirchner (CCK), que funciona actualmente en la antigua sede del Correo Central, y señaló que en el lugar “hay placas que nombran al ex secretario kirchnerista de Obras Públicas, José López (vade retro), detenido actualmente en una causa por enriquecimiento ilícito”.
Pero, por las dudas, aclaró que en absoluto tiene un espíritu revanchista, aunque los más memoriosos y estudiosos de la historia coincidirán conmigo que esto es demasiado parecido a aquel decreto por el cual se prohibía mencionar a Juan Domingo Perón luego del golpe de estado del año 1955.
“No es el objetivo de la ley, en su momento se prohibió en la Argentina el nombre de Perón, y eso no hizo mas que alimentar el mito. Estamos muy lejos de ese pensamiento, buscamos que todos estemos incluidos, pero no podemos dejar de señalar esta deformación demagógica y populista de los últimos años”, enfatizó.
Esto se lleva de narices con el busto de Macri inaugurado el mes pasado en una plaza en la provincia de Córdoba.-
Patty Mariño Issler