En esta práctica constante del “No nos dimos cuenta”, “Fue sin querer”, “Estamos aprendiendo”… quedó en un segundo plano, oculta tras la supuesta torpeza o estupidez de Piter Robledo, referente máximo de “La Juventud PRO” la real gravedad de lo que aconteció durante la estadía del Partido Nazi Argentino en la Casa Rosada.
Primero debemos aclarar por si queda algún distraído, que la Política no es otra cosa que la construcción (o destrucción) de “Símbolos” y el envío de “Señales” que sirven como Mojones en la ruta, a ese corpus heterogéneo llamado sociedad. Y en este campo es donde el Macrismo se mueve como un cerdo en el barro. ¿O acaso alguien cree que es casual la eliminación de la palabra “Kirchner” de todo espacio público posible? ¿Alguien todavía no se dio cuenta de que la persecución por cadena nacional televisada de la Familia de Cristina Kirchner tiene un objetivo claro?
Es evidente que han tomado el símbolo que gran parte de la sociedad había construido, de relacionar el apellido Kirchner, con el bienestar de las clases populares y están instalando en su lugar un símbolo memético Kirchnerismo-Corrupción. Y debemos reconocer que al contar con todos los fierros mediáticos sumado a una troupe de Jueces y fiscales corruptos e impresentables por donde se los mire, comenzando por Lorenzetti hasta el fiscal de corta estatura, en todos sus aspectos, particularmente Moral y ética, ese tal Marijuan. Están consiguiendo resultados que enorgullecerían al mismísimo Goëbbels.
En ese contexto, incluso cualquier lego en protocolo, está al tanto de lo que indica la fotografía difundida de “La reunión de Juventudes Partidarias” en La Rosada. Si alguien te pregunta ¿quien debería sentarse en la cabecera de una mesa de trabajo? La respuesta cae de maduro, que deben hacerlo las Autoridades Convocantes. ¿y en la otra cabecera?
Obviamente responderemos que debe hacerlo quien el convocante desea posicionar como “alguien cuya opinión necesariamente debe ser tenida en cuenta” y en este punto, tal como lo señalamos en la fotografía, el Partido Nazi no estaba en la cabecera por casualidad o por orden de llegada, había un PROTOCOLO que así lo establecía.
Así las cosas señores. Tenemos en la cabecera de la mesa, al Partido Nazi. Evitaré adjetivar ante tal símbolo político. No hace falta.
Daniel Arce