Bien. Es oficial. Todos los comercios, a partir del 1º de febrero deberán diferenciar el costo de sus productos al contado de su costo financiado. Esto significa, en criollo antiguo, el fin de las cuotas sin interés.
La incógnita es qué consecuencias acarreará la norma. El gobierno espera que se produzcan rebajas de hasta un 20% en el precio de contado. Pero, en la vida real, lo más probable es que esto dispare el costo de los productos financiados sin modificar el valor en un pago. La medida también establece que el comerciante no podrá hacer diferencia entre el pago al contado en efectivo o a través de medios electrónicos.
La medida fue anunciada en conferencia de prensa por el Ministro de la Producción Francisco “Pancho” Cabrera junto al Secretario de Comercio Miguel Braun. Nos preguntamos porqué el Ministro de la Producción, ya que sus funciones, según su cargo debería estar ocupándose de diseñar y ejecutar los planes relacionados con el fomento de la producción industrial del país. ¿O no?
Patty Mariño Issler