¿Y porqué sostengo tal cosa?
Básicamente porque no es razonable tener límites tan estrechos. Calma. Ya se que Mauricio Macri es el Presidente y que el que esto escribe es un simple perejil. Pero también se que que Macri no es “el que corta el bacalao”.
Quien hoy ocupa el sillón de Rivadavia, (suponiendo que aún no lo hayan cambiado por algún sillón plástico Art Decó, y/o que su perro “Balcarce” no se encuentre apoltronado en el mismo) es apenas un títere de las corporaciones. Un “che pibe” del poder real, un tipo que no podría realizar con la mínima eficiencia la tarea de repositor de supermercado.
Por esa razón, decir “Mi límite es Macri” es luchar como Don Quijote contra los Molinos de Viento.
Poner a Mauricio Macri como límite, es a mi criterio, equivocar el objetivo y hacerle el juego de manera inocente al poder real. Porque al títere en cuestión lo puso el “círculo rojo” que lo cuida como a un niño de cristal tras una muralla mediática de acero. Y su permanencia está sujeta a las “tres tapas de Clarín”
Por eso creo que como oposición debemos ubicar dicho límite en el conglomerado social-político-económico-judicial que le da sustento a un SISTEMA DE GOBIERNO DEPREDADOR Y VIRREYNAL como el que hoy padecemos los Argentinos.
Y ese sistema perverso está presente desde el orígen de los tiempos. No es un invento de un puñado de mercachifles ignorantes y pusilánimes como los miembros del autotitulado “mejor equipo de los últimos 50 años”
La semana que viene pueden entronar a Vidal, a Ritondo o si están Jocosos al mismísimo Rabino Bergman. Cualquiera de ellos podría ser el sucesor del títere de turno.
Así que muchachos espero que podamos hacer un diagnóstico claro. Porque para la construcción de un espacio político sostenible y digno de nuestro pueblo, el único límite inamovible es el que el mismísimo Nestor Kirchner le puso al Poder Real.
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“NO PAGAR DEUDA CON EL HAMBRE Y LA EXCLUSIÓN DE LOS ARGENTINOS”
Hablo de la monstruosa deuda que inevitablemente heredará, quien se haga cargo de la Argentina, cuando la banda de soldaditos de plomo del Poder Real ponga pies en polvorosa de la tierra arrasada, que cual Atila dejarán tras su paso.
Daniel Arce
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